La marca proviene de China, Chirey, comienza operaciones de manera oficial en México, mediante una red de concesionarios compuesta por 40 agencias, distribuidas en varios estados de la república como: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
La estrategia de posventa de Chirey es una de sus cartas de presentación más fuerte.
La marca ofrecerá una garantía de defensa a defensa de 5 años o 150,000 km, lo que ocurra primero, y además una garantía de motor por 10 años o un millón de kilómetros. Chirey anuncia esta cobertura como muestra de confianza en la calidad de sus vehículos.
Por el momento, la gama queda compuesta por dos modelos, un SUV compacto y otro mediano: Tiggo 7 Pro y Tiggo 8 Pro Max. El primero llega con motor turbo de 1.5 litros de 154 hp con transmisión CVT; el segundo con un motor turbo de 2.0 litros de 250 hp con caja DCT de siete cambios y opción a tracción integral.
Durante su presentación, la marca no sólo comunicó su estrategia de lanzamiento y de posventa, sino también sus ambiciosos planes para los próximos años, entre los que se incluye una planta de ensamblaje en México, que estaría lista en 2026 y que, como lo menciona el CEO global de la marca, aprovecharía la ubicación de México como conexión con Latinoamérica y “puente hacia Norteamérica”, lo que daría indicios de que Chirey (Chery) tiene el ojo puesto en mercado estadounidense hacia el final de la década.
A corto plazo los planes de Chirey, antes de terminar el año es buscar abrir otras 30 agencias, y para 2023 llegarán a la meta de 100 concesionarios a lo largo del país.